Emilia Pardo Bazán e a pena capital. A pedra angular a debate

Publico o avance dun artigo que sairá proximamente en prensa en torno á pena de morte. Fálase un pouco de todo: antropoloxía criminal, Concepción Arenal, o garrote vil, o verdugo, o “Crimen de la calle Fuencarral”.


Emilia Pardo Bazán e a pena capital. A pedra angular a debate
Un segundo, un pateo; menos aínda: a convulsión dun corpo atado ao fincarse nas vértebras un parafuso… Iso e nada máis é a morte.” (A pedra angular, 1891)
Introdución
Pardo Bazán publica en 1891A pedra angular1(en adiante, APA),unha das súas novelas máis controvertidas e avanzadas desde o punto de vista social e ideolóxico.
Centrada no debate sobre a pena de morte, APA somete a unha dura crítica a toda a maquinaria xudicial e penitenciaria da España da Restauración.
Non é de estrañar a súa desconfianza na recepción da novela, como lle transmite nunha misiva a Benito Pérez Galdós2,
Madrid, finales de 1891”
No sé lo que será esta novela sin amores y casi sin acontecimientos, o en que al menos los acontecimientos quedan en segundo término para dejar sitio a las ideas. (Parreño,2013:189)
Para centrar o asunto, desvelemos antes a trama en dúas pinceladas:
Na aldea de Erbeda aparece asasinado un carreteiro; inmediatamente recaen as sospeitas sobre a muller, sometida a constantes agresións por parte do home, e a un cómplice, e cuñado da vítima.
Sen probas concluíntes, e tras pasar todos os trámites burocráticos a muller e o seu suposto amante son condenados a morrer no garrote vil.
Así llo explica por carta ao seu bo amigo e mentor Giner de los Ríos:
…na miña intención, a novela é o verdugo… por ser quen é… Acaso a verdade non sexa verosímil, pero é ben verdade todo elo, salvo o final por suicidio… Jorge Meyer (Juan Rojo) morreu de morte natural.
Antes de seguir indagando na novela cómpre recoñecer o estado da cuestión en materia penal por aqueles tempos.
O debate sobre a pena capital alcanzou unha enorme repercusión na política española do último terzo do século XIX, incendiando o parlamento pos-revolucionario de 1869 (do que o propio José Pardo Bazán formaría parte, no bando dos liberais de Salustiano Olózaga), entre abolicionistas e partidarios do castigo.
Non se trata dun feito illado. Pardo Bazán aborda ás veces explicitamente o aspecto ritual da pena e outras enxértase nas tramas relacionada con outros contidos transversais como o indulto ou a mecánica procesual.
Dentro da primeira modalidade podemos encontrarnos con contos didácticos como “Pena de morte”. Nesta secuencia, un señorito obriga a un servente a descargar uns tiros sobre unha ave que o molestaba:
Para que non te esquezas de que polo roubo vaise ao asasinato, polo asasinato ao garrote…, anda, aperta ese gatillo e pégalle unha perdigonada a lerianta. Sen medo!… Baleirei o segundo canón da escopeta…e caín redondo, pateando, cun ataque de nervios que din daba pena mirarme.
Cunha enorme habilidade técnica Pardo Bazán desenvolve esta controversia e as súas secuelas, ao longo da novela APA, formando parte de aceirados e desmitificadores debates, cargados de sentido do humor; aquí intervén Primo Cova:
¡Verán qué copla!
A miña avoa quere que abola
eu a pena capital.
¡Eu non son bolo, e non abolo
a garantía social!
(Pardo Bazán, 2003:132-133)
Pardo Bazán cuestiona a necesidade dunha pedra angular, no edificio social, como a pena de morte. Para a escritora a pena capital consérvase como un vil atavismoincompatiblecunha sociedade avanzada.
Se recapacitamos sobre a nosa historia máis recente, o feito de que a pena de morte quedara suprimida na Carta Magna de 1978, Continuará

1 Pardo Bazán, Emilia (2003): A pedra angular (trad. e introdución: Mónica Bar Cendón). Vigo, Edicións Xerais.

2 As citas textuais van en lingua orixinal, coa salvidade das escolmadas da novela, xa traducida.

El lápiz

Hace unos días, leía un hermoso cuento de Paulo Coelho sobre el lápiz*, publicado en conmemoración del “Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez” (15 de junio).

En el cuento, el personaje de el Viejo le explica al Niño, a travésCarrexando lapiceiras de las cualidades del lápiz, lo que desearía que éste fuese de mayor.
La “primera cualidad”, en consonancia con la perspectiva religiosa del autor, repercutiría solamente sobre las personas creyentes; pero no iría en detrimento de las no creyentes, a las que se atribuirían las otras cuatro “cualidades”, ya de por sí lo suficientemente potentes y determinantes como para ofrecer una lección magistral de ética personal y vital.
Ahí radica, desde mi punto de vista, la capacidad aleccionadora y el valor del cuento, que reproduzco a continuación.

http://gabinetecaligraficombc.blogspot.com.es/2014/06/el-lapiz.html

Seguir lendo

Pardo Bazán, González Serrano y la Grafología

Espacio Pardo Bazán

 
Tiempo atrás cuando llevaba a cabo una investigación sobre la escritora Emilia Pardo Bazán (1851-1921), di con un artículo “Una nueva ¿ciencia? (La grafología)”*, dedicado al libro de Sara Oquendo, una amiga de Pardo Bazán (firmado con seudónimo) titulado “La grafología simplificada; arte de conocer el carácter de las personas por su letra; teoría y práctica” que a cualquier colega le haría hervir la sangre.

 
Imaxe

En mi caso, no llegué a tal punto de ebullición -para muestra, este artículo- muy al contrario, debo reconocer que las guardias en diversas garitas me han permitido aceptar que la firmeza en las ideas siempre debe dejar una grieta que permita acceder a la duda razonable.
Como no soy devota de ningún santo (nin sequera do meu, que é o verdadeiro 😉 ) el artículo de Pardo Bazán me dio para reflexionar sobre los censuradores violentos de la Grafología, así como sobre los mercachifles esotéricos que aseveran que el futuro está en las cartas.
Coincidiendo con la autora, a la hora de demostrar la falta de rigor del opúsculo, lo que más me divierten son sus apreciaciones sobre personajes históricos fallecidos, que no hacen más que constatar obviedades; efectivamente: “para ponerles a todos ellos el rotulito, maldita la falta que nos hacía la firma”; “quisiera que estos historiadores filosóficos predijesen con certeza, no lo ya ocurrido, sino lo que tiene que ocurrir dentro de un año, o de quince días… Dada nuestra corrupción… y conociendo nuestra época mejor que las pasadas, averigüen cuánto durará Cánovas en el poder, y el cariz que presentará la cuestión social.”
Pardo Bazán, gozando de su instinto científico (que cuesta emparejar con su fe religiosa) ataca la sobredimensión de los poderes atribuidos a la grafología, por algunos “devotos”; hasta cierto punto estaremos de acuerdo.
Pero discrepamos en su intento por desacreditar el procedimiento deductivo, al que se acogieron tantas y tantos maestros de la grafología a lo largo de siglos; procedimiento, en tal caso también aprobado por las ciencias empíricas y desde luego, por la filosofía, con importantes avances para el progreso humano.
Estoy segura de que una mente preclara, como la de Pardo Bazán, miraría con otros ojos a la grafología si conociese las averiguaciones y los estudios de los últimos años, valorándola como procedimiento indispensable no sólo en procesos judiciales sino en el ámbito de la salud y la educación.
Reviví esta perspectiva de Pardo Bazán a raíz de un artículo de Mariluz Puente Balsells** sobre Urbano González Serrano (1848-1904) “El Grafismo o Grafología, la ciencia de nuestras ignorancias”, en la revista del Instituto de Ciencias del Grafismo.
Casualmente, González Serrano, destacado intelectual que formó parte de la Institución Libre de Enseñanza, era buen amigo de Pardo Bazán. Incluso sería invitado por ella a impartir sus lecciones en el Ateneo de Madrid, cuando dirigía la Sección de literatura de dicha sociedad. La amistad sobrevivió a la feroz crítica de la escritora a los Estudios psicológicos, de González Serrano (se hablará de ello en otro espacio).
Como bien resalta Mariluz Puente, formó parte de un colectivo de pensadores asociados al krausismo, a quien debemos el despegue de la enseñanza de este país, como proyecto social civilizador.
A esta Institución se le debe el interés por la enseñanza de la mujer, y de la clase obrera. Nombres ilustres como Francisco Giner de los Ríos, fundador de la ILE, o Concepción Arenal, sirvieron en las filas de la Institución.
Dos artículos de dos intelectuales muy próximos, también en el tiempo, sobre la misma materia, pero, al contrario que Pardo Bazán, Urbano Serrano se encontraría entre los defensores de la grafología como fuente de saber.
Como destaca Mariluz Puente, “Se aproxima a la grafología bajo una mirada de circunspección científica… lejos del abrazo fanático a un saber que en ocasiones muestra su lado más ridículo, fruto de un peligroso juego de asociaciones artificiales y arbitrarias de ideas, que pueden convertirla en una de esas llamadas psicologías subjetivas, parafraseando a Stuart Mill”.
Procedimiento, fuente de conocimiento e investigación, ciencia, a discutir; de lo que no hay duda es que a lo largo de los siglos, desde el abad Michon hasta nuestros días, la grafología ha sido fuente de reflexión para intelectuales y profanos.

Mónica BC

Seguir lendo

Mis graffitis favoritos

Mis graffitis favoritos

Paradógico puede ser que quienes nos dedicamos a la pericia caligráfica manifestemos este entusiasmo por los graffitis.
Por activa y por pasiva, con dos “fs” o con dos “ts”; me entusiasman los graffitis siempre que sean artísticos, trazados con gusto y ubicados en el lugar adecuado. Me molestan los graffitis sucios, esbozados con torpeza, pero, sobre todo, cargados de odio y violencia, pensados con el único objetivo de molestar.Lo mismo me sucede con otras muestras seudoartísticas, que no necesariamente copan las calles, y a veces incluso gozan de público reconocimiento.

Alejo de mis devociones estos graffitis -y a esas personas- nociv@s y contaminantes (hipertrofias del ego) que alimentan el odio y la violencia.
Con razón que este tipo de objetos han sido erradicados de urbes como Nueva York, precisamente una de las cunas del género.

Disfruto, pues de estos graffitis ubicados en el lugar preciso, ensalzando lo efímero, reelaborando el sentido de nuestra cotidianeidad.

Hacía tiempo que no me recreaba con nuevas piezas como la que ahora muestro, y que “llevo a mi molino”, por tener mucho parentesco con este Gabinete: casi, casi, presenta el apellido de la socia fundadora, y también su color naranja genuino de la marca.
De ahí que le rinda este pequeño homenaje.

Espero me disculpe la/el graffitera/o por la intromisión de mi “R”.

Adjunto un “OXU”, ya un clásico, que no veo últimamente por las calles, y que fue fotografiado hace más de un año, y que podría haber sido estampado hace dos años?

Esta sección queda abierta a vuestras fotos y aportaciones; ¡gracias!
Sección aberta ás vosas achegas; grazas!